Torredelcampo comenzará el nuevo año con la aplicación de la Ordenanza reguladora de la Seguridad y Convivencia Ciudadana. Una normativa que pretende preservar el espacio público como un lugar de encuentro, convivencia y civismo, en el que todas las personas puedan desarrollar en libertad sus actividades de libre circulación, ocio y recreo, con pleno respeto a la dignidad y a los derechos de los demás y a la pluralidad de expresiones y formas de vida diversas.

Durante todo el mes de enero la Policía Local realizará una campaña informativa de aquellas infracciones cometidas por la ciudadanía y tipificadas en la ordenanza. Será a partir de febrero cuando lo agentes  comiencen  a aplicar las sanciones previstas que van desde 90 hasta 300 euros, sin que ello exima al infractor de reparar los daños.

La ordenanza ha sido presentada por Paqui Medina y el concejal de Servicios Municipales, Javier Chica. “Se trata de un documento que recoge la sensibilidad de los vecinos y vecinas de Torredelcampo ya que antes de ser aprobada tuvo un proceso de información pública en el que se realizaron aportaciones por parte de la ciudadanía. Es una ordenanza preventiva que pretende prevenir y evitar las situaciones en las que la convivencia puede ser complicada. Y por supuesto, no tiene afán recaudatorio. Es una normativa de carácter disuasorio que no cerciora ni disminuye la libertad de las personas, sino que garantiza los derechos de todos y todas”, aseguró la alcaldesa.

El Equipo de Gobierno municipal pretende con esta ordenanza prevenir las actuaciones perturbadoras de la convivencia ciudadana y la protección de los bienes públicos de titularidad municipal y de todas las instalaciones y elementos que forman parte del paisaje, patrimonio urbanístico y arquitectónico de Torredelcampo, frente a las agresiones, alteraciones y usos ilícitos de que puedan ser objeto. Así como tipificar las infracciones y sanciones que podrían derivar de las actuaciones que por acción u omisión impidan, limiten la utilización de bienes, espacios o servicios públicos u ocasionen daños sobre bienes de dominio públicos.

La Ordenanza prohíbe las conductas de desprecio a la dignidad de las personas, los daños y alteraciones en los bienes públicos, las pintadas, la colocación de publicidad no autorizada, el mal uso de fuentes, el maltrato y rotura de árboles, parques y jardines, la circulación por estos espacios de recreo de motos y bicicletas, encender fuego, maltratar animales. Asimismo, la normativa obliga a utilizar papeleras y contenedores y a velar por la limpieza de los espacios públicos.

En cuanto al ruido,  se prohíbe la emisión de cualquier ruido doméstico o causado en locales y vías públicas que, por su volumen y horario exceda de los límites que exige la tranquilidad pública, especialmente entre las 22,00 horas y las 0,00 horas en invierno y las 24,00 horas y las 8,00 horas en verano, así como la emisión de olores molestos o perjudiciales para las personas.

La ordenanza regula la obligación de depositar los residuos sólidos en las papeleras y contenedores correspondientes y prohíbe defecar, orinar o escupir en las vías públicas y en los espacios de uso público o privado.

Las “cacas” de los animales, un problema de salubridad.

Además de estas prohibiciones, otro de los aspectos que regula el reglamento es el de los animales de compañía. La ordenanza prohíbe el abandono de los mismos y plantea que las personas que conduzcan perros u otros animales deberán impedir que éstos depositen sus deyecciones en las aceras, calles, paseos, plazas, parques, jardines y, en general, cualquier lugar dedicado al uso público.

Además de la ordenanza, los dos ediles presentaron también la campaña que el Ayuntamiento va a llevar a cabo para incidir en este último aspecto de los animales de compañía. Javier Chica ha informado que este es un problema que origina mucho rechazo vecinal y que afecta a la salubridad del municipio. Por ello desde la concejalía de Servicios municipales se va a proceder a la instalación de “pipican” y desde primero de enero, todas aquellas personas que sean propietarios de animales podrán recoger en el ayuntamiento badiles y unas bolsas especiales para recoger los excrementos, previa presentación de la cartilla identificadora del animal.