Torredelcampo ha concedido los Premios Anuales de la Villa 2018. Unas distinciones que además de ser un merecido reconocimiento a la labor de personas, asociaciones y entidades, en cada edición se resaltan valores que definen el carácter de la sociedad Torrecampeña. En esta edición, el Ayuntamiento ha premiado la educación en valores, la constancia y el trabajo, el talento y la creatividad artística, así como el asociacionismo y la amistad.

Paqui Medina puso en valor durante su intervención la importancia de 40 años de ayuntamientos democráticos en España. “ El papel del municipalismo ha sido clave para el fortalecimiento de la democracia y pilar básico del estado de bienestar. Darle la espalda a los ayuntamientos con leyes que nos vacíen de competencias o nos obliguen a reducir nuestras posibilidades inversoras es atacar a la ciudadanía y hacer mas complicada la vida de las personas. Necesitamos ayuntamientos potentes, con manos libres para trabajar, con autonomía y capacidad de decisión”, aseguró la alcaldesa.

La primera edil resaltó que los Premios Anuales son un punto de encuentro para destacar y homenajear los valores que definen la identidad de las personas que con su trabajo y esfuerzo hacen que Torredelcampo siga avanzando, desarrollándose, modernizándose y ofreciendo lo mejor de si mismo.

Y añadió que “leales a este espíritu y este compromiso, hoy tenemos el honor de hacer entrega de los PREMIOS ANUALES DE LA VILLA 2018 en las modalidades de Cultura, Empresa, Sociedad y Valores Humanos. Unos premios y unas distinciones con las que pretendemos reconocer la labor que estas personas y colectivos desempeñan en beneficio del conjunto de la sociedad”.

En la modalidad de CULTURA, el Premio Anual le fue concedido a FRANCISCO ALCÁNTARA BLANCA, FALCANT, por su polifacética y admirable obra creativa, por sus sugerentes paisajes rurales y urbanos, por la magia de sus retratos, por su creatividad gráfica, por su genial visión artística, plasmada a través de la maestría y soltura de su paleta cromática, con la que transmite una personal mirada de la realidad. “Pero además de su obra, Fran es un ejemplo de valores, de amistad, de voluntariedad. Un hombre comprometido con la igualdad, tranquilo, seguro y siempre dispuesto a colaborar en el proceso de desarrollo de nuestro pueblo”, destacó Medina.

FÉLIX CANO ESTRELLA fue el merecedor, en esta edición, del PREMIO ANUAL DE EMPRESA, en reconocimiento a toda una vida de esfuerzo y constante proceso de superación para convertir un proyecto empresarial como autónomo, en una empresa de gestión familiar, hoy referente provincial en su sector. Medina subrayó de este empresario que “personas como nuestro premiado, son las responsables directas del proceso de desarrollo de nuestro país y nuestro pueblo. Han sido una de las generaciones más castigadas y, a pesar de ello, nunca han desfallecido, no se han desanimado. Son de esas personas que se han crecido antes las adversidades y han salido adelante reforzados”.

El PREMIO ANUAL DE SOCIEDAD le fue otorgado a la ASOCIACIÓN CULTURAL Y ROMERA “TORRE DE LA PEÑA”, por su singular forma de vivir y entender la Romería de Santa Ana, desde la convivencia y la solidaridad, convirtiendo su peregrinar en un acontecimiento esperado y compartido por la sociedad torrecampeña. “Enhorabuena a la Asociación Cultural y Romera “Torre de la Peña”, que no sólo vuelca su energía en la organización del Camino Santanero, sino que se implica en todos aquellos proyectos solidarios que tienen por objetivo ayudar a las personas que peor lo pasan”, comentó la alcaldesa.

Finalmente, el GRUPO SCOUT CATÓLICO “CAMPO DE LATORRE”, fue condecorado con el PREMIO ANUAL EN VALORES HUMANOS 2018, en reconocimiento a sus veinticinco años de dedicación y trabajo educativo con los niños y niñas de la localidad, desde una perspectiva humanista y cristiana basada en la tolerancia, el respeto y el compañerismo. Una labor que la alcaldesa califico de “encomiable”, destacando que los Scout promueven en los jóvenes “la formación de personas capacitadas para pensar por si mismas, que entiendan que el respeto es la base de la convivencia pacífica; que asuman que no todo vale para llegar a un objetivo personal; personas capacitadas de empatía, que luchen por la igualdad, que denuncien la injusticia, que aporten su trabajo y esfuerzo para diseñar un mundo más justo y solidario”.