El ayuntamiento se ha visto obligado a ejecutar las obras de adecentamiento de las calles afectadas por el abandono del edificio Emperador. Una actuación que va a suponer una inversión de más de 12.000 euros y que la Administración Local le reclamará, como estipula la Ley, a la entidad que actualmente es la propietaria de la finca y debería haberse responsabilizado de las mismas.

“Después de innumerables escritos, instando a los propietarios de la obra a que se hiciesen cargo del estado del edificio y principalmente, que tuviesen adecentado la parte de vía y acerados públicos que ocupaban con una valla perimetral metálica, el ayuntamiento, hace unos meses y, ante la omisión de los responsables, les remitimos una instancia, en la que se le concedían a la entidad propietaria de la obra, un plazo para proceder a la retirada de la valla que ocupaba los viales y acerados públicos y cerrar las entradas y bajos del edificio para evitar problemas de salubridad y seguridad”, informa la alcaldesa, Paqui Medina.

Los plazos otorgados por el ayuntamiento a los actuales propietarios del edificio vencieron hace unos días y el Equipo de Gobierno decidió ejecutar desde la administración las obras, tal como está previsto en la Ley, para que una vez terminada la intervención, se le reclame el coste de las obras a la entidad propietaria y responsable de la edificación.

La alcaldesa asegura que “esta situación era ya insostenible y requería una actuación urgente. Han sido muchos los vecinos de la zona que han mostrado su malestar por la estado de deterioro y abandono de la zona, así como la propia Asociación de Vecinos de la Fuente Nueva. Adecentar esta manzana de nuestro pueblo va a suponer una inversión superior a los 12.000 euros, que obviamente le reclamaremos a los dueños del edificio, porque es su responsabilidad”.

El edificio Emperador, ocupa una manzana entre las calles Prado Redondo, Agua y Torrecillas. Una construcción que quedó abandonada como consecuencia de la burbuja inmobiliaria y la crisis económica. Durante muchos años, el estado de abandono de la edificación ha afectado a la seguridad, tanto para peatones como para el tráfico de las calles afectadas, además de a la salubridad de la zona. Una situación que preocupaba al Equipo de Gobierno municipal y a la que se le ha dado solución, después de remitir el ayuntamiento diversos escritos a las entidades financieras propietarias del edificio.